¿Qué significa "Comer saludable" o "comer limpio"?
Actualizado: 16 jul 2020
“Comer limpio” o en inglés “clean eating”, nació como un movimiento o estilo de alimentación, donde se promueve consumir principalmente alimentos enteros y sin procesar.
Hoy podemos decir que es un estilo de vida que hemos relacionado con la expresión “comer saludable”.
Este movimiento ha evolucionado a través de los años, y la alimentación saludable ahora es muy bio-individual: es diferente para cada persona, ya que no tenemos los mismos cuerpos, el mismo estilo de vida ni el mismo historial médico. Sin embargo, todos los seguidores de este enfoque están de acuerdo en que los alimentos procesados deben ser limitados.

Comer limpio gira en torno a mantener una dieta equilibrada y personalizada de alimentos frescos y sin procesar, incluyendo frutas, verduras, granos integrales y grasas saludables. Para algunos, también incluye huevos, carnes, pescados y lácteos.
Entonces, ¿para qué nos sirve comer limpio?
Los principales beneficios que se han encontrado en personas que siguen una alimentación limpia o “saludable” son:
Piel suave
Pérdida de peso
Aumento de energía
Cabello y uñas más fuertes
Mejor salud mental
Mejor sueño.
En vez de seguir una dieta estricta, quienes se enfocan en tener una alimentación limpia, hacen cambios sostenibles en el estilo de vida. Esto es importante porque se ha comprobado que más del 95% de las personas que hacen una dieta, recuperan el peso que habían perdido y hasta suben un poco más.
La alimentación limpia no necesariamente viene con un manual de instrucciones específicos, pero hay algunos consejos que te ayudarán a reducir la exposición a productos químicos, hormonas e ingredientes altamente procesados.

1. Prioriza lo natural e integral
Que la gran mayoría, por no decir que el 100% de tus alimentos, sean naturales o integrales: los que se producen en la naturaleza y no requieren envases llamativos. Esto incluye frutas y verduras frescas, carnes alimentadas con pasto y de granja, huevos, granos enteros, nueces y semillas.
2. Experimenta con la cocina casera.
Cuando cocinas por ti mismo, tienes garantizada una comida más nutritiva. La comida de los restaurantes, normalmente tiene mucha sal, endulzantes o ingredientes poco naturales, en comparación con los alimentos que puedes preparar en tu casa. Realmente es difícil saber la calidad de los ingredientes utilizados en un restaurante. Si estas acostumbrado a comer fuera o pedir domicilio, empieza con algo simple y con algunas comidas a la semana, realiza el meal prep y ve adaptando poco a poco tus horarios para tener más tiempo para cocinar.
Puedes leer el artículo “¿Qué es el "Meal Prep" y cómo hacerlo?” para empezar.
3. Limita los carbohidratos refinados.
Trata de eliminar o al menos disminuir de tu alimentación, la cantidad de harinas. Esto incluye los postres estándar del mercado, que contienen azúcar blanca, los granos refinados (como el arroz blanco) y los alimentos que contienen harina blanca (como la pasta y la mayoría de productos de panadería y repostería).

4. Compra orgánico al menos estos 12 alimentos.
Se ha demostrado que los pesticidas le hacen más difícil el trabajo a nuestro sistema inmune, siendo la causa de cáncer y enfermedades en el hígado, riñones y sangre. Los pesticidas se acumulan en los órganos, lo que debilira nuestro sistema inmune, permitiendo que carcinógenos y patógenos se filtren en el cuerpo. La certificación orgánica es la garantía pública de que los productos han sido cultivados y manejados de acuerdo con los estrictos procedimientos naturales.
Las siguiente son las frutas y verduras que tienen la mayor cantidad de pesticidas y deberías tratar de comprar orgánico:
Fresas
Espinacas
Papas
Col rizada
Nectarinas
Tomates
Apio
Duraznos
Uvas
Cerezas
Peras
Manzanas
5. Balancea tu plato.
Trata de incluir proteínas, carbohidratos y grasas en cada comida y ojalá que la mitad de tu plato contenga frutas y verduras. Esto creará niveles óptimos de azúcar en la sangre y puede evitar los antojos. Algunos ejemplos de beunas fuentes de proteínas son la carne de res y pollo alimentados con pasto, pescado, tempeh y legumbres. Las opciones de grasas de mejor calidad son el guacate, aceite de oliva, nueces y semillas. Cuando busques carbohidratos complejos, prueba los granos integrales, como el arroz integral o la quinua, y las verduras, como la ahuyama, la remolacha o las alcachofas.
Con Amor,
Laura