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Leche de vaca vs leches vegetales ¿Cuál debería tomar?



La leche y todos sus derivados (quesos, cremas de leche, yogures, etc.) son productos básicos de muchas dietas y muchas gastronomías, pero en los últimos años el consumo de leches vegetales ha venido creciendo aceleradamente por la percepción de sus propiedades saludables. Ahora, hay expertos a favor de las leches vegetales y otros en contra, lo cual ha creado una gran confusión.






¿En quién se debe confiar para obtener información verdadera sobre los productos lácteos: el gobierno? ¿La industria alimentaria?¿los médicos internistas, los ortopedistas o los médicos funcionales? ¿los veganos y vegetarianos? ¡La respuesta es que la fuente más confiable eres tú!


Muchas personas asimilan bien los lácteos y los incluyen como parte integral de su alimentación. Sin embargo, otros simplemente no los digieren bien y les va mejor eliminándolos de su dieta por completo. Los lácteos también pueden ser problemáticos si la calidad no es buena o si se consumen en cantidades excesivas. Como la mayoría de los alimentos, la moderación es clave.


Recuerda el concepto de bio individualidad y la idea de que la comida de una persona puede ser el veneno de otra. Escucha tu cuerpo y determina qué funciona mejor para ti.


LECHE DE VACA



En el mercado ya se encuentra en varias versiones: sin grasa, baja en grasa, entera, con lactosa, sin lactosa o enriquecida con otras vitaminas y minerales. Muchos creen que porque una leche es sin lactosa o sin grasa ya significa “más saludable”; pero lo ideal sería consumirla lo más natural posible. En cuanto a propiedades nutricionales, la leche de vaca contiene proteínas, calcio, riboflavina y potasio.


Además, los lácteos pueden ayudar a reducir el riesgo de hipertensión arterial. El calcio, el potasio y el magnesio, el trío de minerales que se encuentran en los alimentos lácteos, desempeñan un papel importante para ayudar a mantener una presión arterial a un nivel saludable.


La leche de vacas alimentadas con pasto proporciona grasas más beneficiosas y mayores cantidades de algunas vitaminas. Por eso, si decides consumir leche de vaca y no eres intolerante, es mejor elegir leche orgánica de vacas que no contengan hormonas de crecimiento.


Otros beneficios se han asociado al consumo de leche de vaca, como ayudar a la construcción de los huesos y muscular por su alto contenido en calcio, por mantener un nivel de pH saludable, y por su contenido significante de proteína.


Preocupaciones asociadas con el consumo de lácteos


La desventaja de los lácteos reales es que contienen un azúcar llamado lactosa que puede ser difícil de digerir para algunos. Alrededor del 60% de las personas en todo el mundo son, aunque sea un poco, intolerantes a la lactosa.


Muchos bebedores de leche no son conscientes de que los problemas digestivos que padecen están asociados a su consumo; la intolerancia a la lactosa a menudo no se diagnostica. Un gran porcentaje de la población mundial, se ven afectados por síntomas como calambres gastrointestinales, flatulencia y diarrea. Algunos también pueden encontrar que tienen más dificultades para tolerar los lácteos a medida que envejecen.


Además, el alto consumo de lácteos ha sido asociado con mayor riesgo de cáncer de próstata y ovarios; pero no hay una evidencia muy sólida en los estudios realizados. Hasta que no haya más información disponible, no existen recomendaciones oficiales que aconsejen a las personas que coman más o menos lácteos.



LECHES VEGETALES



Las leches vegetales se elaboran con ingredientes que no proceden de animales: principalmente alguna nuez (almendras, marañón, avellanas, etc.), coco, avena, arroz o soja. Se procesan, luego se agrega agua, vitaminas y minerales, y algunas veces sabores artificiales. Los nutrientes y la cantidad de azúcar en la leche de origen vegetal varían considerablemente según su producción. Puede llegar a ser muy artificial, por eso es fundamental leer siempre la etiqueta y sus ingredientes.




Muchas personas creen que al dejar de consumir leche animal y sus derivados, van a presentar deficiencias de calcio, arriesgando la salud de sus huesos; pero ha sido comprobado que hay múltiples fuentes de origen vegetal que pueden proporcionar una mayor o igual ingesta de calcio.


La calidad de las leches vegetales varía mucho en lo que respecta a los nutrientes. Algunos contienen prácticamente la misma cantidad de vitaminas y minerales que la leche de vaca; otros se quedan cortos. Por ejemplo, muchas leches de almendras son mucho más bajas en proteína que la leche de vaca.


Si vas a cambiar a una leche de origen vegetal, asegúrate de leer la etiqueta y encontrar un producto que contenga buenas cantidades de proteína, vitamina D, hierro y calcio. Idealmente, una leche que tenga al menos 8 o 9 gramos de proteína por porción.

Como las leches vegetales tienden a ser más simples que la leche de vaca, porque no contienen la lactosa (azúcar natural de la leche de vaca), los productores tienden a agregar endulzantes artificiales y estabilizantes químicos que pueden resultar poco beneficiosos para nuestro organismo.


Recomendaciones para escoger una leche vegetal:

  • Lee los ingredientes de la etiqueta. Entre menos ingredientes mejor y recuerda “los ingredientes que tu boca no sabe pronunciar, tu estómago no sabrá digerirlos”

  • Evita la Carragenina o “Carrageenan” que es un emulsificante que preserva los alimentos, pero que se ha demostrado que desencadena inflamación, úlceras gastrointestinales y que puede dañar tu sistema digestivo.

  • Evita los azúcares añadidos, estabilizantes y sabores artificiales.



Con Amor,

Laura


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