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¿Es malo comer entre comidas?

Hay mucha confusión en cuanto a si se debería a comer o no entre las comidas principales (desayuno, almuerzo o comida). No hay una posición única entre los expertos, algunos hablan de evitar periodos largos de ayuno y otros están a favor de limitar nuestra ingesta de alimentos a las comidas principales del día.

Hagamos zoom a las distintas posiciones y aclaremos un poco algunos mitos y verdades sobre el tema.



Según muchos expertos, desayunar lo más rápido posible después de levantarnos, activa el metabolismo; y comer cada 2-3 horas pequeñas porciones, ayuda a que la insulina se mantenga activa y se evita que el metabolismo se ralentice. Es más, se ha dicho que como consecuencia de tener el metabolismo activo, se “pierde peso con mayor facilidad”.


Ahora, muchos estudios han desmitificado esta creencia y han evidenciado que por el contrario deberíamos comer más intuitivamente.


Por un lado es cierto que la digestión de una comida eleva ligeramente el metabolismo y este fenómeno se conoce como efecto térmico de los alimentos; pero es la cantidad total de alimentos consumidos la que determina la cantidad de energía gastada durante la digestión.


Consumir 3 comidas de 600 calorías producirá el mismo efecto térmico que consumir 6 comidas de 300 calorías. Literalmente no hay diferencia.


Pero más allá de la ingesta calórica, cobra gran relevancia para nuestra salud el rol que la insulina tiene en nuestro organismo. Esta hormona producida por el páncreas, le ayuda al cuerpo a regular los niveles de azúcar en la sangre y ayuda a que la glucosa en la sangre entre a las células de los músculos, grasa e hígado, donde se usa para obtener energía


¿Qué hace la insulina en nuestro cuerpo?


Si comemos varias veces al día, la insulina permitirá que la glucosa de los alimentos que comemos, entre en nuestras células y se utilice como combustible, pero si las células están ya llenas, entonces enviará ese “combustible extra” a almacenarse como grasa.


Sumado a esto, si como muchas veces en el día, lo que hace el cuerpo es generar picos de insulina, generando una carga y entonces las células no pueden absorber la glucosa, los niveles de este azúcar se acumulan en la sangre y se genera “resistencia a la insulina” que puede desencadenar en diabetes.


No se puede dar un veredicto que aplique a todos, pero teniendo en cuenta la bio-individualidad y la importancia de evaluar el patrón de alimentación de cada individuo, para identificar los momentos del día apropiados para hacer sus comidas y snacks; para personas sin condiciones médicas y psicológicas especiales, lo ideal sería comer cuando nos de hambre, sin pensar tanto en la hora.


Finalmente, 2 importantes recomendaciones para tener en cuenta en las noches:

  1. Lo ideal es no comer 2 horas antes de dormirnos, para conciliar mejor el sueño y mejorar su calidad. Así también ayudamos a nuestro proceso digestivo.

  2. En lo posible permitir que el cuerpo tenga un periodo de ayuno de 12 horas, es decir, que entre la última comida del día y la primera del día siguiente, pasen 12 horas; así el cuerpo tiene un tiempo de descanso y reparación donde nuestro cuerpo puede ocuparse de reparar y sanar, y no estar ocupado solo en la digestión.


Hoy socialmente comemos 3 veces al día: desayuno, almuerzo y comida; pero muchas veces lo hacemos sin sentir hambre real. Comienza a oír tu cuerpo, saber identificar cuando tienes hambre real y cuando es hambre emocional y ¡aliméntate más intuitivamente!


Con Amor,

Laura Sierra


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