Durante esta época de pandemia de COVID, una frase común que he estado escuchando es "Estoy súper ansioso", "Quiero comer todo el día". Y es totalmente comprensible, pero hay algunas formas de controlarlo. Tener antojos no es algo malo. De hecho, a veces son una buena indicación de que no estás obteniendo el alimento que estás buscando, ¡lo que puede no tener nada que ver con la comida!

Hay muchas causas de antojos por comidas o sabores particulares, que ahí veces puede ser difícil identificar la causa. Sin embargo, entender más profundamente cómo funcionan los antojos te permite responder a ellos de una manera inteligente en vez de permitir que te controlen. Primero, cuando surjan los antojos, reconócelos y dales espacio. Ignorar los antojos a menudo los hace parecer más fuertes y más poderosos. Las personas tienden a "prohibirse" ciertos alimentos, con la esperanza de que eventualmente se olviden de los alimentos "prohibidos" y se concentren en opciones más saludables. Pero la mayoría de las veces, terminan pensando más en ese antojo y sin ser capaces de controlarse. El simple acto de reconocer tu antojo ayuda a reducir su poder y te permite distanciarte de él.
Segundo, explora el origen, con curiosidad y sin prejuicios. Veamos las situaciones más comunes, haciéndote las siguientes preguntas:

El estrés, la fatiga, la soledad e incluso el aburrimiento pueden hacer que desees un alimento en particular. En estos casos, la comida no resolverá el problema, solo se trataría un síntoma, que funciona a corto plazo, pero probablemente no sea lo mejor para ti a largo plazo. Cuando las personas están cansadas y estresadas, comen más y eligen opciones poco saludables. Durante los momentos estresantes, son comunes los antojos de alimentos ricos en energía y menos nutritivos. Por lo tanto, incluir una actividad que lo ayude a manejar el estrés de manera eficiente puede tener un gran impacto en sus elecciones dietéticas. Por ejemplo, yoga, meditación, Tai Chi, etc.

¿Estás ansiando dulces altos en calorías o alimentos muy cargados?
Si sientes que estás ansiando azúcar, tu cuerpo puede estar buscando una fuente rápida de energía (o posiblemente más horas de sueño), pero se ha demostrado que cuanto más azúcar consumen las personas, más lo prefieren. En cierto modo, construyes una tolerancia al azúcar, lo que requiere que busques fuentes más concentradas o consumas grandes cantidades para crear la misma experiencia de alimentación placentera que originalmente produjo.
Por lo tanto, intenta intercambiar azúcares procesados por dulces saludables, como frutas y verduras dulces, luego reduce gradualmente el azúcar que consumes. Recuerda, el azúcar no solo se encuentra en los "snackas dulces" o mecato, sino que a menudo se incluye en casi todos los alimentos procesados.

¿Este antojo está ligado a un hábito?
A veces, las personas simplemente quieren comer una comida o un snack porque están acostumbrados a comerlo en un momento o lugar determinados. Por ejemplo, comer un trozo de chocolate o galleta después del almuerzo, o tomar café con galletas por la tarde. Intenta preguntarte en esos momentos: "¿Realmente quiero esto o puedo cambiar este hábito?"
¿Este antojo te está guiando hacia una comida que respalde tu bienestar?
Siempre digo "hay algunos alimentos para el cuerpo y otros para el corazón". Satisfacer un antojo también puede contribuir a su bienestar más allá de un punto de vista nutricional. Por ejemplo, anhelar un pedazo de torta para disfrutar entre amigos y familiares podría proporcionar un fuerte sentimiento de conexión y amor. Si bien esto no está directamente relacionado con las necesidades nutricionales, es una forma de alimentación que podemos permitirnos ocasionalmente.
Considera los antojos como un método para identificar si las cosas están fuera de balance. Al tomarte un momento para comprender mejor tus antojos y sus raíces, podrás determinar si la comida aliviará ese antojo o si hay otra forma de alimento que tu cuerpo este buscando. Respetando tus antojos bioindividuales a medida que surjan, te dará el poder de apartarte de ellos y determinar una respuesta saludable.
Con Amor,
Laura